En el proceso de urbanización europeo, la ciudad medieval se sitúa entre dos momentos: el de la ciudad antigua grecorromana, en decadencia bajo las migraciones germánicas; y el de la ciudad moderna a la que relacionamos con la revolución industrial. Un proverbio alemán afirmaba que el aire de la ciudad hace libre , una particular forma de juzgar lo que fue, a partir del siglo XI, un renacer de la vida ciudadana en ruptura con la tiranía feudal y en conexión con un general resurgir económico de Occidente. En ese renacer también influyeron otros factores: político-jurídicos, culturales, de defensa del territorio o de transformación de la religiosidad. Las ciudades medievales, constituidas muchas veces por elementos heterogéneos, reproducen lo que son las contradicciones y conflictos generales de la sociedad del momento. Lo real y lo ideal se enfrentan y se complementan, según se plantea en la presente obra. Su autor, Emilio Mitre (Valladolid, 1941), catedrático de Historia Medieval de la Universidad Complutense de Madrid durante buena parte de su vida académica.