En La noche de las mariposas , Jordi Coca , uno de los autores más reconocidos de la novelística catalana actual, mezcla personajes reales y ficticios para rendir homenaje a la desaparecida stripper Christa Leem, estrella con mayúsculas el Music-hall en la Barcelona de los primeros años setenta. Carla (nombre de la trágica artista en la ficción), desplegó su talento en los populares escenarios de la Bodega Apolo o el mítico El Molino para pasar a reinar en locales de moda de la parte alta de la ciudad como el Panam’s, Bocaccio o Lord Black. Fue un reino efímero. Se ahogó en la droga, el alcohol y su propia fragilidad. Fue una estrella perdida en un firmamento hostil, entre la dureza de los barrios bajos y la banalidad de los intelectuales a la moda, que finalmente se quemó en las llamas del infierno de los malditos.