Sólo hay una cosa que Miranda no puede perdonarse a sí misma: haber sobrevivido. Doce años atrás, consiguió escapar de las manos de un hombre sanguinario conocido como El carnicero, pero al hacerlo tuvo que dejar atrás a otras víctimas como ella, atrapadas, torturadas y asesinadas por un sádico que siempre ha ido un paso por delante de la policía. Pero El carnicero no ha desaparecido, y ahora vuelve a actuar. Miranda ya no es la presa, sino la cazadora: sabe que atrapar a ese cruel asesino es la única manera de volver a encontrar la paz. Aunque para ello tenga que reencontrarse con Quinn, el hombre que la ayudó a superar el miedo y, también, el que la traicionó cuando más lo necesitaba. A partir de este momento los dos se enfrentarán a la más perversa mente criminal... pero también a los profundos sentimientos que han intentado enterrar durante años.