¿Qué podrían tener en común un joven anticuario enfermo de Esclerosis Múltiple y Edgar Allan Poe? Un diario, la ambición por saber o una extraña locura. Dos vidas separadas por ciento ochenta y un años en el tiempo, dos historias tal vez no muy distintas. Una locura a la que se le pregunta: ¿Por qué a mí? Una locura a la que se le pregunta: ¿Hay algo más allá? El joven anticuario luchará por vencer a su pasado, vivir con su enfermo cuerpo en el presente y aceptarlo en el futuro. Edgar Allan Poe buscará en el año mil ochocientos treinta y seis las respuestas a sus incomprendidas preguntas sobre el cielo y el infierno o sobre lo que se oculta en las sombras acechando a los vivos. Entonces ¿qué unirá las dos vidas?