Poca gente tiene la oportunidad de contemplar, personalmente, a un tiburón o una foca monje. Las imágenes de Bill Curtsinger nos muestran a estos y otros animales, como osos polares, tiburones grises o tortugas lora en su propio medio mientras juegan, se aparean o cazan. Se trata de unas imágenes tomadas desde todos los confines del mundo, ya sean la Antártida, el Ártico, el golfo de Maine o lugares apenas explorados como el atolón Bikini, centro de varias pruebas nucleares entre 1946 y 1958 que acabaron con la vida marina de la zona. Se incluyen, además, unos textos igual de fascinantes en los que el autor explica su experiencia en el mundo de la fotografía submarina, cómo se inició en ésta y como capta las imágenes, así como las incomodidades que sufre con su trabajo, y también, pos supuesto, las satisfacciones que éste le reporta. Una obra que hará que el lector sueñe con bucear a las profundidades de los mares para ser testigo de las maravillosas criaturas que aparecen retratadas en el libro.