Los cables tubos y conductos crecen dentro de nuestros edificios, y con ellos los espacios que ocupan y las exigencias de accesibilidad. Pero los arquitectos no nos decidimos a dar a estos tendidos la importancia que evidentemente tienen. Parece que los proyectistas entendemos que eso no es arquitectura... que la arquitectura trata de otras cosas. ¿Hasta cuando podremos mirar hacia otro lado?