En 1844 se estrena Don Juan Tenorio, de José Zorrilla, la mejor teatralización delmito que ha atravesado la literatura y el teatro universales. Pese al escaso éxito de entonces, el drama fue imponiéndose como tradición anual en el teatro español. Se ha discutido ampliamente el motivo de su fama que, con toda probabilidad, se deba a su hábil aparato escenográfico, pero también a la plasticidad con que la relación entre el amor y la muerte, lo demoníaco, el reto a los propios límites y otros temas característicos se manifiestan con máxima concentración.