Maurice Barrés, José Ortega y Gonzalo Fernández de la Mora fueron tres intelectuales cuyas trayectorias políticas y filosóficas resultaron muy dispares; pero que se encuentran relacionados, dentro del contexto español, por su común perspectiva conservadora heterodoxa con respecto a la tradición dominante en el conjunto de la derecha española, es decir, el catolicismo. Sus respectivos proyectos político-culturales llevaban en su interior la crítica a la religión como factor capaz de estructurar la política y la sociedad. Barrés fue el defensor de un republicanismo conservador, laico, nacionalista y populista, que tuvo, pese a la hispanofilia de autor, muy escasa influencia en la sociedad española. El pensamiento político de Ortega y Gasset fue de claro sesgo liberal-conservador; su rechazo por el conjunto de las derechas españolas vino dado por su carácter laico y crítico con respecto a la tradición católica. El proyecto político elaborado por Fernández de la Mora supuso, a la altura de los años 60, la aceptación de la conciencia moderna y, en consecuencia, la asunción del desencanto del mundo y, con ello, la pérdida de la unidad cosmovisional religiosa.