Libro descarnado que habla del amor que fue y del recuerdo que, casi siempre, tan sólo queda, Amor Muerto, Naturaleza Muerta atesora un mundo amplio de sentimientos y sensaciones con una emoción precisa y una lírica contenida. Ayudándose de fraseos cortantes y breves, sirviéndose de sentencias cargadas de múltiples aristas y reflejos, la poesía penetra en una nueva dimensión debido a la mágica sencillez que permite la comprensión última de lo confesado. La íntima atmósfera de este libro, como un susurro, descubre una música particular que alcanza su plenitud en la descripción de algunas situaciones y objetos emblemáticos que ceremoniosamente transmiten el devenir del sentimiento por medio de la palabra poética. Palabra que certeramente alcanza su nota, vibra con su eco y se materializa en la escritura, como cuando el genio del artista concentra en un gran cuadro descriptivo el pálpito de una vida. Este libro que retrata el cuerpo del amor vencido, y tantas veces humillado, se apodera de un título que proviene del mundo plástico porque la poeta dibuja sus sentimientos y congela sus anotaciones e impresiones como si fueran cuadros de la memoria, de tonos blancos y grises, que se ofrecen al espectador con clarividencia. Escenas de un libro abierto, poemas tras la mordaza del recuerdo en una naturaleza finalmente viva.