La crisis económica mundial está siendo en España mucho más prolongada y virulenta. Hay razones económicas: en nuestro país estallaron a la vez cuatro crisis distintas ?la de productividad, la financiera, la de competitividad y la ecológica- que se habían incubado al calor de un crecimiento económico insostenible y alicatado de boom inmobiliario. También hay razones políticas: en otros países el esfuerzo del ajuste se centró en las entidades financieras y en España se hizo al revés, se centró en la economía real y en el conjunto de la sociedad a favor del sistema financiero. Pero es aún más grave que lo que empezó siendo la mayor crisis económica de las últimas décadas se haya convertido también en una crisis de confianza hacia los políticos.