El verano de la lluvia es la historia de una búsqueda y de diferentes encuentros. Su protagonista, Soledad, vive en la carcel que una madre maltratadora y opresiva ha tejido a su alrededor. La muerte de su progenitora y el descubrimiento de un gran secreto suponen el punto de inflexión que la saca del abismo de su triste vida. Es entonces cuando emprende un viaje que la llevará a reencontrarse con su familia perdida y reconciliarse consigo misma. Después del entierro de su madre, descubre la existencia de una hermana de la que nunca le habían hablado. Lo deja todo y se marcha a Valencia, ya de que allí es la dirección que aparecía junto al nombre de Mercedes. Al llegar a la capital del Turia, se alojará en la pensión de Rosita y pasará a formar parte de una peculiar fauna de personajes entrañables que le harán sentirse como en casa. Las pesquisas sobre su hermana la llevan a la casa del marqués donde sirvió ella al llegar a la ciudad. Allí conocerá a un personaje siniestro y sin escrúpulos que le ofrece ayuda y que será el culpable de los momentos más trágicos a los que Soledad tenga que enfrentarse. La vida, desde ese momento, la sorprenderá con todo tipo de acontecimientos y la convertirá en todo un ejemplo de valentía y superación personal. La verosimilitud de la ambientación, sumada a la minuciosa construcción de los personajes y la Guerra Civil Española como telón de fondo sin posicionamientos ideológicos, conforman una trama de notoria complejidad, con saltos en el tiempo y el espacio bien resueltos, debido a la estructura coral de personajes secundarios que apoyan la acción de las mujeres protagonistas. Para los amantes de grandes novelas como La regenta , el libro que el lector tiene en sus manos cruza los años más dolorosos de nuestra Historia y muestra un vivo retrato de la sociedad española de los años treinta y sesenta del siglo XX.