La crisis financiera se ha dejado notar de forma particular en el mercado inmobiliario. Las especialidades concurrentes en el sector de la construcción, su sustento sobre la existencia y el mantenimiento de líneas de financiación, junto con el hecho de que en el período inmediatamente anterior a la crisis se instituyese como motor de la expansión económica, han incidido, entre otras circunstancias, en la importancia y extensión de los problemas a que este ramo de la actividad económica ahora se enfrenta. Los problemas afectan no sólo a las entidades que profesionalmente intervienen en el sector- promotoras, constructoras, subcontratistas, y entidades financieras- sino también, y de una forma no menor, a las entidades concedentes de financiación y a los particulares adquirentes de vivienda. Este libro presenta un análisis meditado de las principales dificultades con que se enfrentan los profesionales ante la insolvencia de las entidades dedicadas a la construcción.