Este libro aborda lo que el autor denomina trastorno narcisista de la personalidad, describe, con abundantes casos clínicos, su psicopatología y la fase de desarrollo a la que está relacionado, y demuestra que la reactivación de esas necesidades infantiles a través de la transferencia idealizadora, que es uno de los rasgos más definitorios del diagnóstico, permite a los pacientes trocar su grandiosidad arcaica en una sana valoración de sí mismos y transmutar las figuras externas omnipotentes de su niñez en un conjunto de valores e ideales internos.