La palabra placer, cómo corría larga y libre por tu cuerpo la palabra placer cayendo del destello de tu nuca, fluyendo blanquísima por lo vertiginoso oloroso de tu espalda hasta lo nupcial de unas caderas de cuyo arco pende el Mundo (…) Deslizándose por el cuerpo en éxtasis de los amantes, “la palabra placer”-escribe Gonzalo Rojas en uno de los poemas más hermosos de la presente antología-avanza hasta caer en “lo nupcial de unas caderas de cuyo arco pende el Mundo”.