Cuando Alice y Joseph se conocen, entablan una relación vacilante pero seria. Ella es enfermeta, él, pintor y decorador. Ambos son jóvenes y optimistas respecto a su futuro juntos, pero cada uno sobrelleva una pesada carga emocional. El padre de Alice ha sido una gran ausencua en su vida mientras que su querida abuela -que ayudó a criarla- ha fallecido recientemente.