En un mundo donde el ruido y el estrés campan por sus respetos adueñándose detodo, apenas queda espacio para escucharnos a nosotros mismos. Y sin embargo,nada es más urgente en nuestros días. Los árboles no nos dejan ver el bosque. Peroel bosque ahí está...Los autores de los relatos que conforman el presente volumen son conscientesde ello y, desde prismas y vertientes muy dispares, contribuyen con sus narraciones aensanchar nuestra percepción del mundo que nos rodea. Utilizando comoherramienta un género literario que entronca a la perfección con nuestros actualesrequerimientos, abordan cuestiones tan perentorias como el dilapidado caudal debelleza que encierra nuestra España rural, la llamada España vaciada (maravillosaparábola la que nos brinda el maestro Antonio Colinas en el relato que da título aeste volumen, Una casa en ruinas); desgranan las ansias de libertad de los exiladoscubanos, glosadas con la pluma vigorosa y henchida de sinceridad de Zoé Valdés(Escorial); nos hablan de la memoria al modo borgiano, como en Carta de amor yolvido, de Mario Garcés; y acercan al lector, en suma, a un cúmulo de situacionesque revelan las claves más recónditas de la realidad que nos circunda para iluminarlacon una luz nueva y radiante.Se amplía así el valioso elenco de autores ya consagrados en esta colección,como Mario Alonso, Antonio Garrigues, Pilar Llop, Alvaro Lobato y José ManuelOtero Lastres. Con prólogo de Cristina Jiménez, esta cuarta compilación de relatosFIDE (tras las anteriores El cronógrafo, En la frontera y Tengo algo quedecirte) combina sagacidad e ingenio en una lectura imprescindible, para todasuerte de públicos.