El resentimiento genera identidad y está en el origen de la ola identitaria actual. Algunas expresionesdel feminismo radical, el nacionalismo étnico y otras causas identitarias, tienen en el resentimientosu referencia seminal. Los sentimientos importan, y mucho, a la hora de construir nuestrasidentidades.La historia de la humanidad es una realidad donde las condiciones materiales han jugado yjuegan un papel fundamental, pero la historia es también el escenario al que concurren las personasy los personajes como protagonistas. La historia es, por lo tanto, fruto tanto de las condiciones físicasy materiales como de los afectos y sentimientos de quienes la protagonizan. El deseo, la envidia, lavenganza, el odio y el amor son sentimientos poderosos que han condicionado el devenir humano,pero es el resentimiento quien ocupa un lugar determinante en la historia de las naciones y de lassociedades.Nietzsche fue el primero en reflexionar sobre la importancia del resentimiento en la urdimbrecultural y política de la humanidad. Cuando la retórica suplanta al razonamiento y la emotividad a larazón, los sentimientos irrumpen como marcadores de la identidad.El presente ensayo aborda la tarea de articular una antropología del resentimiento centrado enel fenómeno del nacionalismo. Por imperativo biográfico, el autor se ha establecido como meta lacompresión del nacionalismo vasco, desde el análisis de la emotividad y la sentimentalidad de susprotagonistas. Desde Sabino Arana hasta ETA, es detectable la impronta indeleble del resentimientoen la historia del nacionalismo vasco.
