En junio de 1870, Charles Dickens falleció antes de terminar su última novela, El misterio de Edwin Drood. La noticia conmocionó al mundo. Los miles de lectores que habían seguido el desarrollo de la obra publicada por entregas se interrogaban sobre la suerte que habría corrido el protagonista de la misma, pues no se sabía si Drood había sido asesinado o había desaparecido por voluntad propia. El desenlace de El misterio de Edwin Drood se convirtió en uno de los grandes enigmas literarios de todos los tiempos. Algunos médiums trataron de contactar con el espíritu de Dickens para que éste les dictara el final del libro, sin imaginar que para resolver el enigma sería preciso conjurar a todos los fantasmas en los que Dickens creía y con los que convivía. Cuando en 2018 el director de cine Hugo Almagro acepta escribir un guión sobre El misterio de Edwin Drood y dirigir una película que resuelva ese enigma literario, no sospecha que durante el rodaje el actor que encarna a Drood también desaparecerá. Una mansión victoriana que oculta una oscura historia, fenómenos extraordinarios durante el rodaje y muertes inexplicables convierten en maldita la película de Almagro. La novela que el lector tiene entre sus manos le hará viajar desde el mundo victoriano al actual en una aventura en la que vivos y muertos parecen haber salido de la pluma del propio Dickens.