Peter Handke, Premio Nobel de Literatura 2019 El día que terminó con la Gran Caída empezó con una tormenta matinal. Al hombre del que se va a hablar aquí lo despertó el estallido de un formidable trueno. Es un actor de largo recorrido. Había dormido en la casa de una mujer, a la que volvería a ver esa misma noche, en la megalópolis. El rodaje de la película de la que va a ser protagonista empieza al día siguiente. Deja la magnífica casa, atraviesa el bosque y se dirige al centro de la ciudad. En este día cálido de verano, pasea su ocio sin rumbo ni destino por sus calles, caminando en zig zag o de cualquier otra forma que le permita sortear obstáculos, desde el amanecer hasta bien entrada la noche. Durante el recorrido, mientras observa la naturaleza y rememora aspectos de su vida, se va encontrando con todo tipo de personajes: indigentes, parejas, hombres de negocios, presentadores de televisión, el presidente corriendo con sus escoltas y todo su gobierno, inmigrantes que hablan otras lenguas, un sacerdote, un policía... Son encuentros extraños con estos personajes a los que observa como actores del nuevo teatro del mundo, sin que se sepa cuáles son reales y cuáles fruto de su imaginación. Todo a lo largo de un día que debe conducir a la Gran Caída. Peter Handke, refinado coleccionista de sensaciones y percepciones, nos invita en La Gran Caída a una peregrinación poética a través de su brillante escritura. La sociedad, la política y la naturaleza conversan entre sí a través de este actor errante, que todo observa y que se dirige inexorablemente hacia la Gran Caída, hacia su destino. Peter Handke, Premio Nobel de Literatura 2019 El día que terminó con la Gran Caída empezó con una tormenta matinal. Al hombre del que se va a hablar aquí lo despertó el estallido de un formidable trueno. Es un actor de largo recorrido. Había dormido en la casa de una mujer, a la que volvería a ver esa misma noche, en la megalópolis. El rodaje de la película de la que va a ser protagonista empieza al día siguiente. Deja la magnífica casa, atraviesa el bosque y se dirige al centro de la ciudad. En este día cálido de verano, pasea su ocio sin rumbo ni destino por sus calles, caminando en zig zag o de cualquier otra forma que le permita sortear obstáculos, desde el amanecer hasta bien entrada la noche. Durante el recorrido, mientras observa la naturaleza y rememora aspectos de su vida, se va encontrando con todo tipo de personajes: indigentes, parejas, hombres de negocios, presentadores de televisión, el presidente corriendo con sus escoltas y todo su gobierno, inmigrantes que hablan otras lenguas, un sacerdote, un policía... Son encuentros extraños con estos personajes a los que observa como actores del nuevo teatro del mundo, sin que se sepa cuáles son reales y cuáles fruto de su imaginación. Todo a lo largo de un día que debe conducir a la Gran Caída. Peter Handke, refinado coleccionista de sensaciones y percepciones, nos invita en La Gran Caída a una peregrinación poética a través de su brillante escritura. La sociedad, la política y la naturaleza conversan entre sí a través de este actor errante, que todo observa y que se dirige inexorablemente hacia la Gran Caída, hacia su destino. No es posible concebir la literatura alemana sin Peter Handke. Despierta y odia. Una santa ira contra los Sarkozys de este mundo: en su furia contra el mundo y en su ternura, La Gran Caída de Peter Handke es tan actual como fabulosamente irreal, una apocalíptica comedia mágica con puntadas autoirónicas y satíricas. Frankfurter Allgemeine Zeitung Un libro hermoso escrito casi con el estilo de Homero. Welt am Sonntag Handke parece haber regresado a los primeros motivos de su producción literaria. Focus
