Entre los cientos de cuentos infantiles que a lo largo del tiempo ha ido acumulando el acervo occidental, varios de los que han alcanzado mayor fortuna y universal difusión son sin duda los que escribiera el francés Charles Perrault (1628-1703). Provenientes de tradiciones mucho más antiguas, y poseedores todos ellos de algunos de los rasgos y símbolos inherentes a este tipo de narraciones que se remontan a los albores de la humanidad, estos Cuentos completos -que ilustran algunos de los hermosos grabados que Gustavo Doré realizara para ilustrarlos en el siglo XIX- incluyen tanto los celebérrimos Cuentos de antaño, que comprenden La Bella Durmiente del bosque, Caperucita Roja, Barba Azul, Maese Gato o el Gato con Botas, Las hadas, Cenicienta o el zapatito de cristal, Riquete el del Copete y Pulgarcito, como sus cuentos en verso (Grisélidis, Piel de Asno y Los deseos ridículos). Entre los cientos de cuentos infantiles que a lo largo del tiempo ha ido acumulando el acervo occidental, varios de los que han alcanzado mayor fortuna y universal difusión son sin duda los que escribiera el francés Charles Perrault (1628-1703). Provenientes de tradiciones mucho más antiguas, y poseedores todos ellos de algunos de los rasgos y símbolos inherentes a este tipo de narraciones que se remontan a los albores de la humanidad, estos Cuentos completos -que ilustran algunos de los hermosos grabados que Gustavo Doré realizara para ilustrarlos en el siglo XIX- incluyen tanto los celebérrimos Cuentos de antaño, que comprenden La Bella Durmiente del bosque, Caperucita Roja, Barba Azul, Maese Gato o el Gato con Botas, Las hadas, Cenicienta o el zapatito de cristal, Riquete el del Copete y Pulgarcito, como sus cuentos en verso (Grisélidis, Piel de Asno y Los deseos ridículos).
