«Todo lo que he oído sobre la belleza de Samarcanda es pura verdad, pero es aún más espléndida de lo que hubiera podido imaginar». Alejandro Magno. Las leyendas del pasado y el nombre mítico de Samarcanda han guiado a la mayoría de los visitantes a Uzbekistán. En espacios infinitos de estepa y desierto, en montañas con picos aún vírgenes o a orillas de un mar desaparecido, el viajero, invitado a compartir el té con un pastor de ovejas bajo su yurta, con un bordador de sedas o alfombras, un buscador de oro o un antiguo pescador, vivirá en esta ocasión una experiencia inolvidable e infinitamente enriqu...