Un enorme fresco de la Alemania en que nace, se desarrolla y desaparece el arrebato imperial del nacionalsocialismo. Su propia técnica es ya una sátira, un ajuste de cuentas con la megalomanía cultural e histórica que culmina en el nazismo. Todo en esta novela es original, porque había que reinventar el lenguaje y la narrativa para describir los horrores nuevamente inventados.