Cerca de Wandlebury, el pueblo en torno al cual gira la saga de la señorita Buncle y Las cuatro Gracias, hay otro pueblecito, Ashbridge, donde la gente tiene algo isabelino y es sencilla y valiente. En las afueras se alza Villa Vitoria, que un capitán mandó construir después de luchar en la batalla de Vitoria y contribuir a la expulsión de José Bonaparte de España. Ahora esta romántica casa de campo es famosa por su jardín florido y por la hospitalidad y buen humor de su residente, Caroline Dering, viuda de un hombre a quien solo se recuerda por su antipatía y fatalismo, y madre de tres hijos. En Villa Vitoria (1949) volvemos a encontrar el gusto de D. E. Stevenson por la comedia campestre y por las dificultades de pequeños personajes que se parecían mucho a las del ancho mundo, pero vistas desde el otro lado del telescopio.