Con una ubicación envidiable y una excelente accesibilidad, Zaragoza ofrece al visitante un rico patrimonio artístico, fruto del mestizaje de culturas y de sus más de 2000 años de historia, pero sobre todo es una ciudad acogedora con una amplia oferta cultural, hostelera, y de ocio. Todo ello, junto con su pujanza económica y una arraigada tradición, de ciudad de ferias y congresos, convierte a Zaragoza en una poderosa atracción turística, ahora reforzada por su designación como sede de la Exposición Universal de 2008.