En medio del desastre, de la catástrofe del mundo, la escritura y la lectura se confunden con esa necesidad. Por eso Siempre y cuando comienza con la alusión a un episodio trágico, elíptico, de la Guerra Civil española en el sur de Extremadura: porque desde ahí, desde ese cruce desierto entre el vivir personal y colectivo, la poesía se puede aventurar a vérselas con las huellas del trauma, con la afasia, con la amnesia, con la agnosia…