Nos sumergimos en un ajetreo frenético de actividad y esperamos que el cerebro mantenga un registro de más de lo que puede procesar con comodidad o efectividad. La sobreactividad no es producto de la vida acelerada, moderna y globalizada. Se convirtió en su característica distintiva: BlackBerrys, teléfonos móviles y correo electrónico las 24 horas de cada uno de los siete días de la semana; jornadas laborales más extensas, mayores exigencias y expectativas más altas en casa. Todo se une para formar un estado de histeria constante que nos despoja de creatividad, humanidad, bienestar mental y de la capacidad para prestar atención a lo que en realidad vale la pena. Pero de la forma en que lo analiza el Dr. Hallowell, la sobreactividad también puede ser una oportunidad. Puede transformarse en fuente de ingenuidad e inspiración, el impulso a estar ocupado puede convertirse en una ventaja una vez que nos ponemos en contacto con nuestras necesidades y tomamos el mando de la forma en que realmente deseamos ocupar el tiempo. Con esta obra podemos aprender a pasar del estado F (frenético, flagelante, temeroso, olvidadizo y furioso) al estado C (calmo, claro, consistente, curioso y cortés). Si siente que tiran de usted desde un millón de direcciones diferentes, aquí encontrará la oportunidad de dejar de estar ocupado, comenzar a ser feliz y aun así, llevar a cabo sus obligaciones.
