Benito Torrentera, agotado profesor de filosofía acostumbrado a las decisiones torpes e irresponsables, toma la que acaso sea la más disparatada de las que se le han presentado: esconder a una asesina a cambio de los favores de su cuerpo. Lodo son los apuntes de un escéptico, donde el fracaso no es malo si uno cuenta con la resignación suficiente, la vida siempre ocurre sin nuestra participación y todas las historias terminan igual: mal. Carajo.