Beltrán Soler es de Chile, una tierra que se mueve. Es, además, un sismólogo que sabe más sobre las placas tectónicas que de la vida. Camino a Tokio, hace escala en Los Ángeles, donde pierde el avión y se enfrenta a un temblor que lo trastorna. De pronto, las cincuenta películas más importantes de su vida, aquellos filmes que vio durante su infancia y adolescencia en los sesenta y los setenta, lo acosan.